¿De qué vamos a hablar?
- 1 “Mi madre me tiene de los nervios… No me deja dormir de noche, se levanta, grita, quiere salir de casa, deambula todo el tiempo y no para de hablar…”
- 2 ¿Pero por qué mi familiar no duerme como antes y se encuentra tan alterado?
- 3 ¿Qué puedo hacer yo como cuidador/a para afrontar esta situación?
- 4 Estrategias y recomendaciones no farmacológicas.
Hoy hablamos de un tema que, si eres cuidador/a, seguro que te ha afectado en algún momento… Y es que compatibilizar un sueño reparador con el cuidado de un familiar con demencia, a veces, es muy complicado. En esta ocasión nos adentramos en una problemática que afecta mucho a la calidad de vida de los cuidadores: el sueño.
“Mi madre me tiene de los nervios… No me deja dormir de noche, se levanta, grita, quiere salir de casa, deambula todo el tiempo y no para de hablar…”
Los anteriores comentarios son muy comunes en cuidadores de personas con demencia. Es muy frecuente entre los cuidadores y cuidadoras las dificultades que tienen al querer conciliar el sueño debido a que su familiar presenta dificultades para dormir o desarrolla conductas inadecuadas durante las horas nocturnas.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que las personas mayores, de por sí, ya tienen dificultades para dormir o duermen menos horas. Si sumamos el hecho de que muchas enfermedades o tipos de demencia vienen acompañadas de trastornos del sueño debido a su influencia en el deterioro del cerebro, muy probablemente tendremos que enfrentar problemas del sueño en la persona que estamos cuidando, que posiblemente terminarán por afectarnos.
Desafortunadamente, y según las estadísticas, un gran porcentaje de personas con demencia se verán afectadas por trastornos del sueño y en concreto de insomnio, que empeorará no solo su propia calidad de vida sino la de sus cuidadores.
Son muy frecuentes los despertares precoces, la interrupción del sueño de forma repetitiva, o que la persona cambie de ritmo de sueño, es decir, duerme todo el día y está despierta de noche. En los casos donde hay un deterioro cognitivo importante que provoca desorientación, la persona suele presentar estados emocionales alterados que producen agitación.
¿Pero por qué mi familiar no duerme como antes y se encuentra tan alterado?
Son varias las causas de los trastornos del sueño que se encuentran asociados a la edad y las demencias. Algunas de ellas son:
- Muchas alteraciones del sueño son comunes y están asociadas a la vejez.
- Las afecciones neurodegenerativas que provocan enfermedades como el Alzheimer producen alteraciones bioquímicas en los procesos del sueño.
- El consumo de otros medicamentos que la persona deba tomar para afrontar diversas enfermedades.
- Un entorno inadecuado o que altere el descanso de la persona.
- Las alteraciones cognitivas que afecten el juicio y la percepción sensorial.
- Incomodidad o dolencias ocasionadas por otras enfermedades.
¿Qué puedo hacer yo como cuidador/a para afrontar esta situación?
Un buen diagnóstico. En general, la primera recomendación a tener en cuenta es la de contar con un diagnóstico preciso de las alteraciones del sueño por parte del especialista, un estudio neurológico y una revisión de los medicamentos que nuestro familiar tenga prescritos para conocer su influencia en dichas alteraciones. Entre más claro tengamos el diagnóstico, más adecuada será la intervención a desarrollar y mejor pueden ayudarte los distintos profesionales.
Pastillas para dormir, ¿sí o no…? Los tratamientos farmacológicos son una herramienta más para superar los trastornos del sueño, siempre y cuando se hagan con prescripción y control médico. En algunos casos su uso se realiza de manera puntual sin necesidad de mantenerlo en el tiempo. Es importante no abusar de los fármacos, no es lo más adecuado tener todo el tiempo en estado de somnolencia a la persona que se cuida ya que puede afectar seriamente a su bienestar físico, psicológico y social.
Tratamiento farmacológico vs. no farmacológico. Debido a que el uso de psicofármacos puede tener efectos secundarios no deseados en nuestro familiar, lo recomendado, en lo posible, es optar por estrategias no farmacológicas, o una combinación de ambas. Es decir, podemos ayudarnos de los fármacos sin que sean la base del tratamiento y, por supuesto, sin abusar de ellos.
Estrategias y recomendaciones no farmacológicas.
Cuidadores/as, os proponemos algunos consejos que pueden ayudar a que vuestro familiar concilie mejor el sueño durante la noche:
- Mantén siempre los mismos horarios de sueño.
- Controla factores ambientales como el ruido, la temperatura, la iluminación y el estado del lugar de descanso.
- En lo posible evita que tu familiar duerma durante el día.
- Usar ropa cómoda para dormir y evitar las sujeciones.
- La cena debe ser ligera y se debe evitar consumir excitantes como la nicotina, el alcohol o la cafeína. Por el contrario, tomar productos naturales que promuevan el sueño o ayuden a relajar a nuestro familiar es lo más recomendable.
- Realiza una actividad dinámica con tu familiar, salir a dar un paseo, y realizar ejercicio físico durante el día es muy recomendable, al final del día estará más cansado y conciliará mejor el sueño.
- Orinar antes de ir a la cama para evitar un despertar abrupto por incomodidad o dolor.
- Proponle actividades previas a la hora de dormir que promuevan o faciliten el sueño, como por ejemplo leer, escuchar música o ver la televisión (escogiendo muy bien lo que se ve: cosas que le gusten, que le relajen…).
- En verano, bajar las persianas si todavía hay luz solar a la hora de acostarse.
Es importante, cuidador/a, ser constante y no dejarse agobiar por la situación (aunque sabemos lo complicado que puede llegar a ser). Sin duda es difícil de sobrellevar ya que la falta de sueño afecta a nuestro bienestar emocional, estamos irritables, cansados e incluso podemos llegar a deprimirnos. Para afrontar mejor la situación, apóyate en los profesionales y echa mano de las estrategias que te recomendamos.
Es fundamental que solicites ayuda para que tú puedas dormir si tu familiar se despierta mucho por la noche o no consigue conciliar el sueño. Si es posible, alterna el cuidado con otras personas, para que puedas descansar y así, a la mañana siguiente, afrontes la jornada con la mejor predisposición.
Nos encantaría conocer qué otras estrategias o “trucos” utilizas como cuidador/a para que tu familiar concilie mejor el sueño, o cómo tú mismo/a te cuidas para minimizar este problema.
Esperamos tus comentarios en el blog o en nuestro Facebook, para que podamos compartirlo con otras personas que vivan la misma situación.
Manuel Silva Camacho
Psicólogo PARACUIDADORES